Fernanda Hansen Teatro Mori : 23 Noviembre 2011

Anoche el plan de Fernanda Hansen era distraerse. Y salió por primera vez tras la muerte de Felipe Camiroaga, su pareja. La acompañó su inseparable amiga, Paloma Armijo. Juntas llegaron a ver la obra 7 Pecados. Fueron invitadas por el actor Lalo Prieto y todo parecía ir bien. Pero el momento de relajo cambió bruscamente para la periodista.

Hansen llegó cerca de las nueve de la noche al Teatro Mori, ubicado en el mall Parque Arauco. Tras 70 minutos de función, salió con gesto de entusiasmo. Sin embargo, en las afueras la esperaban diversos programas de espectáculos que buscaban interrogarla por la herencia que dejó Camiroaga. Entonces, la cara de Hansen se desfiguró. Se notaba nerviosa. Parecía bastante afectada. “No sean desubicados por favor, no voy hablar”, dijo, mientras su amiga intentaba rescatarla.

"¡Por favor, déjenla en paz!", gritaba uno de los invitados a la función a un camarógrafo que trataba de grabar el rostro de la periodista, cada vez más delgada y con algunas manchas en la piel en la cara, muestras de los días de dolor y estrés que ha pasado desde que ocurrió el accidente aéreo. Hansen miraba a su amiga. Armijo pedía calma a los reporteros. "No quiere hablar, por favor, respeto", les rogaba, mientras las dos amigas se dirigían a los estacionamientos, seguidos por los camarógrafos. Eran pasadas las 22.30 y los 70 minutos en que Hansen se entretuvo con la obra quedaron en el olvido.

La periodista y Armijo entraron a los estacionamientos ubicados bajo el cine Hoyts. A sus espaldas se disparaban los últimos flashes. Hansen estaba agitada. Su amiga trató de calmarla con un abrazo. Aunque en ese momento, ya privado, no aguantó las lágrimas.

"Quiero tranquilidad", es la frase que la conductora de un matinal radial ha repetido últimamente. Y amigos de Fernanda Hansen aseguran que está haciendo un esfuerzo por recuperar su cotidianidad tras la tragedia de Juan Fernández. Aunque el intento ha sido complicado. Sus cercanos explican que, a pesar de que "sufre una pena enorme por la pérdida de su ´compañero`, como llama a Felipe, quiere volver a su rutina normal, pero es difícil con el acoso que vive".

Las mismas fuentes agregan que "a Fernanda le afecta que en cada momento le estén preguntando por Felipe... Ella era su pareja, pero hay temas en los cuales no tiene nada qué ver y, que le consulten por algo tan frívolo como su herencia, obviamente que la pone mal". Como anoche, cuando una simple salida para estar con sus amistades se transformó en un nuevo momento de angustia.

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