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domingo, 6 de mayo de 2012

Sigrid Alegria y Su Hijo Luciano : Mayo 2012




Sigrid Alegría tiene tres hijos. El mayor es Alonso, tiene 14 años y su padre es el actor Andrés Velasco. El segundo es Baltazar, tiene dos años, y su padre es el productor Juan Andrés Ossandón, con quien la actriz se casó en el Cerro Santa Lucía en 2010. El menor es Luciano, que nació con sólo 26 semanas de gestación, sufrió diversas complicaciones y por el cual su madre se desvivió, hasta que el niño se recuperó.

Anoche, la figura de las telenovelas contó cómo fue vivir para superar ese trance, en una entrevista en Sin Dios Ni Late. "El primer embarazo, con el Alonso, fue como ponerme una mochila. Podía correr, ir colgada de la micro, tenía 23 años, iba bien, pero ya con los 30 y algo había fatiga de material y no es menor", relató la protagonista de Dónde está Elisa? (2009) y El Laberinto de Alicia (2011), ambas en TVN.

La actriz señaló en el programa de Zona Latina que "además, a Luciano se le ocurrió nacer el día de la primera marcha no permitida de estudiantes secundarios, y estuvo tres meses internado en la clínica".

"Lo primero es rogar para que salga todo bien, ya que uno no sabe en qué va a terminar eso. Segundo, comienzas a planear la billetera, que no es menor. Con un cachorro en neonatología, uno gasta lo que te cobren, no vas a cuestionar nada, y es bastante caro, promedio un millón de pesos diarios. Pero todo eso no importa", afirmó.

El relato de Alegría siguió: "Hay que tratar de que se active el cuerpo, para sacar leche materna que a él se le pueda dar a través de sonda… Yo no me hice la valiente, apliqué antidepresivo inmediatamente, porque no quería que se cortara la leche. Había que estar muy unidos, en equipo, ya que me iba de neonatología a mi casa y había otro bebé esperándome. No como otros casos, de mamás que llegan a sus casas y descansan… Puede ser raro, antinatural, pero a mí se me hizo más llevadero por eso".

El rostro del área dramática del canal público comentó que "atinamos muy bien con Juan Andrés, ni siquiera lo hablamos, teníamos la misma actitud, lo único que podíamos hacer es tirar buena onda, porque no podemos hacer más, era lo único. Y estar muy pendientes de que si el otro se cae, contenerlo. Luego que Luciano estuvo en la casa, tuvimos el rato para llorar, para alegar, y ahí se nos cruzó el Festival de Viña, y dijimos que nos daríamos una semana. Y nos dimos vacaciones un rato".

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