¡Estalló la guerra Wachiturra! La banda, que tiene apenas seis meses de vida, millones de visitas en YouTube, cientos de giras por el país, miles de shows, algunos actos políticos en su haber y mucha prensa, está en guerra. Una wachiguerra declarada por Simón Samuel Gaete, el chico de 14 años que dice ser el verdadero wachiturro, el cantante, el que creó el nombre y la coreografía. “Me da rabia saber que ellos se adueñaron de una idea mía y que están por todas partes diciendo que son los originales, sabiendo que están mintiendo. Son unos cararrotas, porque saben que yo fui el inventor”.
El lunes, DJ Memo, Gonzalito, Brian, Kaka, Macakito y Leíto estuvieron sentados en el living de Susana Giménez. Culminaron con 19,6 puntos de rating un raid televisivo que empezó el 14 de mayo en Pasión de Sábado, el programa emblema de la movida tropical. Hablaron de su nueva vida, de cómo se define el estilo “turro”, de la fama repentina, y hasta hicieron bailar a la diva, que se animó a tirarse un paso. Lo que no mencionaron, es que detrás de la movida wachiturra, están los conflictos.
El debut de Los Wachiturros en la pantalla fue en Pasión de Sábado. Detrás de esa primera presentación estuvo Enzo Solar, dueño de la productora Akkua y representante de la banda. Fue él quien decidió apostar –e invertir– por los pibes de Morón, con Simón a la cabeza: “Bailaban y llamaban la atención de todo el mundo”. No se confundió. En 15 días tenían más de veinte shows programados, millones de visitas en YouTube y clubes de fans en Facebook. Lo primero que hizo fue registrar la marca Los Wachiturros. Recién ahí, cuando el fenómeno ya había empezado a crecer, Solar decidió firmar un contrato con los papás de los chicos, en su mayoría menores de edad. “Se dio todo medio desprolijo porque fue muy rápido”, se justifica. Los citó a todos un lunes. Pero Simón no llegó. “Ese chico traicionó a todos sus amigos y traicionó la inversión que hicimos nosotros. Unos productores que se manejan mal dentro de la movida tropical le hicieron la cabeza y le ofrecieron más plata para llevárselo”. Y se lo llevaron. Mariano Zelaya, dueño de la productora que porta su nombre, fue a buscar a Simón –hasta entonces la cara más visible del grupo– y lo tentó con una oferta que sus padres no pudieron rechazar: el 20% de toda la recaudación. Así se formó una banda nueva, registrada como Simón y los Wachiturros. La batalla había comenzado.
“Los nuestros son los Wachiturros originales. No solo tenemos registrada la marca, sino que somos los que salimos en la televisión, y eso lo define todo”, dispara Solar, y saca a relucir las apariciones más mediáticas: “Estuvimos en lo de Chiche Gelblung, en Sábado Show, en la Cocina del Show y hasta Tinelli nos invitó al piso”. La visibilidad es indiscutida. Pero eso no le quitó protagonismo a Simón, que con su nuevo grupo hace hasta setenta shows los fines de semana. Incluso el diario Clarín publicó en su portada una nota de “la nueva tribu urbana” y lo presentó como el verdadero. Él lo dice así: “Me da impotencia saber que no puedo salir en la tele, pero no me preocupa porque la gente sabe quién soy“.
Daniel “la Tota” Santillán, promotor y figura clave de la movida tropical, lo apoya y lo presenta en sus shows: “Yo respaldo a Simón porque fue el primer wachiturro, el primer cantante. Pero para mí los dos grupos son ‘originals’ (lo dice en inglés)”. La mirada de la Tota es optimista y conciliadora. Reconoce que “la guerra no le sirve a nadie”. Para él, lo que “realmente importa” es una sola cosa: “Que la música tropical suene en todos lados”.
Fuente
No hay comentarios:
Publicar un comentario