Para la sorpresa de algunos, no es nuevo lo que se pudo ver en el video difundido en internet y redes sociales, donde una pequeña de dos años es atropellada en dos ocasiones, ante la mirada insensible de los transeúntes. Los medios de ese país apelan desde hace algún tiempo a la falta de solidaridad de la población hacia las personas accidentadas. Wang Yue no fue la primera y, si nadie hace algo, podría no ser la última.
En distintos y concurridos foros en internet, la discusión toma forma. "Nuestra nación es una nación con un interior extremadamente retorcido, una nación enferma, peor que los japoneses", dice uno de los usuarios de origen chino. Del otro lado de la moneda, otro internauta le contesta: "Si alguno de los inocentes que pasaban por allí hubiera llevado a la niña al hospital, a lo mejor los padres le habrían echado toda la culpa y le habrían pegado hasta dejarlo medio muerto".
Por último, un usuario plantea otra mirada al problema: "El régimen y el partido gobernante deciden la sociedad, la realidad y que la mayoría de la gente sea indiferente a esa realidad, incluido yo mismo. A veces, ser indiferente es tu única opción, porque sólo así te quedarás tranquilo. Mucha gente piensa de esta manera".
Entonces, según los internautas chinos, existen tres grandes ejes que explican la apatía de la sociedad ante la pequeña atropellada: la educación, la política y el miedo.
Pero, ¿miedo a qué? Hace menos de dos meses un conductor de autobús fue acusado por los transeúntes de golpear a una anciana en el centro de la ciudad de Nantong. En realidad, el chofer se detuvo a ayudar a la mujer, que yacía en el suelo. La mujer, de 81 años, se disculpó luego con el conductor, pero la noticia ya había viajado por toda la prensa China. Como este caso, hay muchos otros.
Sea cual sea la respuesta al imprudente e insensible accionar de la gente que vio en el piso a la pequeña Wang Yue, el mundo entero se muestra indignado por lo ocurrido.
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